A los 39 años, el ciclista galés Geraint Thomas, quien alcanzó la gloria en el Tour de Francia de 2018, ha decidido retirarse del ciclismo profesional al final de la presente temporada. La noticia de su adiós llega después de una exitosa carrera que lo ha llevado a la cima en diversas disciplinas, dejando una huella imborrable en el deporte, no solo en las carreteras, sino también en el corazón de los aficionados y sus compañeros de equipo. Con su mensaje en redes sociales, Thomas cerró un capítulo memorable en la historia del ciclismo, marcando su última temporada con el equipo Ineos.
A lo largo de sus 19 años de carrera, Thomas ha logrado hazañas impresionantes que lo han convertido en una figura admirada tanto en el ámbito del ciclismo de ruta como en el de pista. Con dos oros olímpicos en persecución por equipos y tres títulos mundiales, el galés siempre se destacó por su versatilidad. Sin embargo, fue en 2018, durante el Tour de Francia, donde alcanzó el pináculo de su carrera al consagrarse campeón, un logro que, según él mismo, cambió por completo su vida. «Estaba en Alcatraz y un tipo me reconoció. Ahí es cuando comprendes que cambias de galaxia», confesó, remarcando cómo el maillot amarillo le abrió puertas en todo el mundo.
El Tour de 2018, en el que Thomas se coronó como campeón, fue también un testimonio de su capacidad de trabajo en equipo, ya que, bajo el amparo de Egan Bernal, el galés jugó un papel crucial en el respaldo al colombiano en su camino hacia la victoria en 2019. Este gesto de apoyo recíproco entre ambos ciclistas reflejó la camaradería y solidaridad dentro del equipo Ineos, que ha sido uno de los pilares del éxito de ambos ciclistas a lo largo de los años.
En su despedida, Thomas ha dejado claro que, si bien se retirará, no lo hará sin disfrutar hasta el último kilómetro. Su objetivo para esta última temporada es simple: «Ganar una etapa y disfrutar de la carrera». A pesar de su vasta experiencia, el galés sabe que el ciclismo es un deporte exigente, y que su despedida no será fácil. “Es mi 19ª temporada como ciclista profesional, no quiero hacer una temporada que sobre, no quiero ser el gruñón del equipo”, aseguró, mostrando una vez más su humildad y dedicación a su equipo y al deporte.
Con su retiro a la vista, muchos recordarán la etapa de Geraint Thomas en el Tour de Francia como una de las más representativas de la última década. Su historia no es solo la de un ciclista que alcanzó la cima en solitario, sino también la de un gregario que supo sacrificar su ambición personal por el bien del equipo, un acto que hizo historia en el deporte y dejó una lección sobre el verdadero espíritu del ciclismo.
A lo largo de su carrera, Thomas también ha sido testigo de la evolución de su propio equipo, que, con la llegada de nuevas generaciones como la de Bernal, ha renovado sus desafíos y ambiciones. El galés, sin embargo, ha sabido mantenerse relevante, adaptándose a las nuevas exigencias del pelotón, sin perder nunca su esencia de trabajo duro y entrega total. Como líder de Ineos en diversos momentos, su experiencia será un legado para las futuras generaciones de ciclistas.
En este último año en el pelotón, Geraint Thomas tiene la oportunidad de dejar un último legado en el Tour de Francia y en el ciclismo mundial. La temporada que comienza no solo será un homenaje a su carrera, sino también una muestra de su amor por el deporte que lo ha visto crecer y brillar. Como él mismo ha dicho, la historia que ha vivido no ha sido nada mala, y el camino por delante promete ser una despedida llena de emoción y gratitud hacia todos aquellos que lo acompañaron en su travesía.