Xabi Alonso y su regreso al Bernabéu: la promesa de un nuevo ciclo dorado

Las gradas del Santiago Bernabéu, acostumbradas a los regresos que hacen historia, se preparan para una nueva etapa bajo el mando de un viejo conocido. Xabi Alonso, ex mediocampista de toque fino y visión quirúrgica, ha sido presentado oficialmente como el nuevo entrenador del Real Madrid. Con un discurso mesurado pero cargado de ambición, el donostiarra anticipó lo que espera que sea un ciclo lleno de títulos y de fútbol a la altura de la tradición merengue.

A sus 43 años, Alonso no llega con promesas vacías, sino con un palmarés reciente que respalda su elección. En apenas una temporada y media con el Bayer Leverkusen, transformó al equipo alemán en una máquina de juego fluido e invicto, llevándolo a conquistar la Bundesliga y la Copa de Alemania. Ahora, el reto es mayúsculo: tomar el timón del club más laureado de Europa y dar continuidad a la era de éxitos que deja Carlo Ancelotti.

“Tenemos la convicción de que podemos conseguir cosas importantes, dignas del Real Madrid”, fueron las primeras palabras del técnico en la rueda de prensa. Vestido de impecable blanco y flanqueado por Florentino Pérez, Alonso recordó su etapa como jugador merengue entre 2009 y 2014, periodo en el que levantó, entre otros trofeos, la ansiada ‘Décima’ en Lisboa. Aquella camiseta que defendió con sobriedad y carácter, hoy la lleva desde el banquillo con la misma determinación.

En un gesto de elegancia que también lo caracterizaba en la cancha, Alonso dedicó palabras especiales a su predecesor: “Carlo fue mi entrenador, una gran persona y una gran influencia. Sin su maestría, probablemente no estaría aquí”. El respeto al legado de Ancelotti no es solo protocolario: es la señal de que, aunque se abre una nueva era, esta no partirá desde cero.

Florentino Pérez, con la mirada puesta en el futuro, no escatimó elogios: “Llega uno de los mejores entrenadores del mundo, que representa el ADN del Madrid. Aquí nadie se rinde, y Xabi lo sabe bien. Este club exige siempre lo más alto, y él ya lo entiende mejor que nadie”. La expectativa en la Casa Blanca es máxima: no todos los días regresa alguien que conoce el vestuario desde dentro y tiene el respaldo de una hinchada que nunca dejó de admirar.

Los próximos días serán clave para configurar el nuevo proyecto. Se espera que Alonso impone su sello táctico: presión alta, posesión inteligente y transiciones precisas, como las que caracterizaron a su Leverkusen. Con una plantilla repleta de talento joven —y con la inminente llegada de Kylian Mbappé—, el contexto parece ideal para una revolución con cabeza fría.

Pero el reto no solo es deportivo. Xabi tendrá que administrar egos, lesiones, rotaciones y esa exigencia constante que convierte al Madrid en un entorno tan glorioso como exigente. La Champions, como siempre, será la vara que medirá su éxito. No hay margen para largos procesos: en el Madrid, el futuro siempre se juega a corto plazo.

Así, la historia le da una segunda oportunidad a Xabi Alonso en el club donde se formó como referente mundial. Esta vez, con corbata en vez de botines, y con una libreta en la mano, está listo para escribir su propio capítulo. El Bernabéu lo espera, no como hijo pródigo, sino como el arquitecto de una nueva era. Y, en el aire, flota una certeza compartida: pocas veces el pasado y el futuro se encuentran con tanta naturalidad.

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