El presidente Gustavo Petro se encuentra en Dubái participando del World Government Summit 2025, un evento global que reúne a líderes internacionales para abordar temas cruciales como la transición energética, las ciudades sostenibles y la inteligencia artificial. Sin embargo, su presencia en Emiratos Árabes Unidos no ha pasado desapercibida, y ha generado una fuerte controversia política en Colombia. La crítica más vehemente provino del exsenador Jorge Enrique Robledo, quien no dudó en calificar al mandatario de “mediocre” por emprender este viaje mientras su gobierno enfrenta una crisis ministerial sin precedentes.
A través de sus redes sociales, Robledo expresó su indignación al considerar que Petro cometió un grave error al ausentarse del país en un momento crítico. En sus palabras, este viaje internacional era “innecesario” y un ejemplo más de la “irresponsabilidad” de un presidente que, según él, ha sido caracterizado por su constante protagonismo en foros internacionales, dejando de lado los problemas internos del país. La renuncia de varios ministros de su gabinete, en plena crisis política, hizo aún más pesada la carga de la crítica, que apuntó a un gobierno en pleno desconcierto, mientras su jefe de Estado se encontraba lejos de la escena nacional.
Robledo no escatimó en señalar lo que considera uno de los mayores defectos del presidente: su incapacidad para enfrentar los retos internos de Colombia, mientras dedica tiempo a viajes que, a juicio de su detractor, no aportan soluciones reales a la situación del país. “Solo a un presidente tan mediocre como Gustavo Petro se le pudo ocurrir irse a un innecesario viaje internacional”, expresó el exsenador, reflejando el malestar generalizado en amplios sectores de la política colombiana. En medio de la aguda crisis que atraviesa su gobierno, la imagen de Petro viajando al extranjero ha sido vista por muchos como una muestra de desconexión con la realidad que vive el pueblo colombiano.
El foro al que asiste Petro es, en principio, una plataforma importante para debatir sobre el futuro global, con la presencia de expertos y jefes de Estado de todo el mundo. Sin embargo, el momento elegido para este viaje ha generado más críticas que elogios. La salida de ministros clave del gabinete, producto de diferencias con el presidente, ha dejado en evidencia la falta de cohesión dentro de su administración. En este contexto, la imagen del presidente Petro participando en un foro en el extranjero, mientras su gobierno se tambalea internamente, ha sido vista como una falta de responsabilidad y compromiso con su cargo.
La situación dentro del gobierno de Petro no es trivial. La renuncia de cinco ministros, quienes expresaron públicamente sus diferencias con el jefe de Estado, ha puesto en evidencia una crisis de gobernabilidad que se sumó a la ya compleja situación política y económica del país. Mientras tanto, la imagen del presidente ausente, atendiendo compromisos internacionales, ha acrecentado la percepción de que Petro no está a la altura de los desafíos que enfrenta Colombia. La crítica de Robledo refleja un sentir generalizado de desconcierto y frustración por parte de aquellos que exigen un liderazgo más firme y presente.
Petro ha respondido a las críticas señalando la importancia de su participación en foros internacionales como una forma de fortalecer la presencia de Colombia en el escenario global. En su defensa, sostiene que estos viajes son una herramienta fundamental para abordar problemas globales que también afectan al país. Sin embargo, la desconfianza en su gestión sigue creciendo, y la crisis ministerial parece haber agravado aún más las tensiones dentro de su gobierno.
Este viaje a Dubái y la posterior visita a Doha en Qatar, que Petro realizará para continuar con su agenda internacional, podrían marcar un antes y un después en su mandato. Si bien los foros internacionales son cruciales para el posicionamiento global de un país, la percepción de que el presidente está eludiendo los problemas internos de Colombia podría ser un factor determinante en la evaluación de su gestión. En medio de un clima de incertidumbre, la pregunta que queda en el aire es si el presidente Petro podrá retomar el control de su gobierno y recuperar la confianza de sus ministros y del pueblo colombiano, o si, por el contrario, su liderazgo continuará siendo cuestionado con mayor fuerza.