El presidente Gustavo Petro anunció el incremento del salario mínimo para 2025, que será de $1.423.500, un ajuste del 9,34 %. Este aumento impacta a más de dos millones de trabajadores, incluidos quienes se dedican al empleo doméstico, como empleadas domésticas, niñeras y cuidadores de adultos mayores, y plantea nuevos retos para los hogares colombianos que cuentan con estos servicios.
Según la plataforma Symplifica, especializada en formalización laboral, el costo total de mantener a un empleado doméstico a tiempo completo ascenderá a $2.093.568 mensuales en 2025. Este monto incluye el salario mínimo, el auxilio de transporte ($200.000), y los aportes obligatorios a la seguridad social. En el caso de empleados internos, el auxilio de transporte no se aplica, reduciendo ligeramente el costo.
Los empleadores deberán asumir aportes a salud ($120.998), pensión ($170.820), caja de compensación ($56.940) y riesgos profesionales ($7.431), sumando un total de $356.431. Por su parte, los trabajadores contribuirán con $113.880 para salud y pensión. Este ajuste salarial implica que los hogares deben preparar un presupuesto cercano a $2 millones mensuales, lo que podría ser inalcanzable para algunos empleadores, pero necesario para garantizar condiciones laborales dignas.
La informalidad, un desafío persistente
El empleo doméstico en Colombia enfrenta un alto grado de informalidad. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), más de 684.000 personas trabajan en este sector, pero apenas el 21 % está formalmente afiliado al sistema de seguridad social. La falta de formalización expone tanto a empleadores como a trabajadores a riesgos legales y laborales.
Symplifica destaca que el 56 % de los empleados domésticos trabaja tiempo completo, de los cuales el 12 % son internos y el 42 % trabaja por días. Sin embargo, muchos empleadores desconocen las obligaciones legales relacionadas con la seguridad social, prestaciones y formalización de contratos, lo que podría derivar en sanciones económicas que alcanzan hasta 400 salarios mínimos legales vigentes.
Demandas laborales: los riesgos de la informalidad
La omisión de obligaciones legales puede resultar en demandas laborales por parte de empleados domésticos. Las razones más comunes incluyen la falta de afiliación al sistema de seguridad social, incumplimiento en el pago de prestaciones sociales (cesantías, primas, vacaciones), y despidos sin justa causa.
Aunque los contratos verbales son permitidos por la ley, su uso puede generar confusiones legales. Todos los empleadores deben formalizar la relación laboral, ya sea por contrato escrito o mediante el cumplimiento de todas las disposiciones legales que protegen al trabajador. En caso de un despido injustificado, el empleador podría enfrentarse a indemnizaciones significativas, dependiendo de la duración del empleo y las circunstancias del caso.
El impacto del aumento salarial
El ajuste al salario mínimo no solo busca dignificar el trabajo de millones de colombianos, sino también promover la formalización en sectores tradicionalmente desprotegidos. Sin embargo, el incremento representa un reto económico considerable para los hogares empleadores, que deberán equilibrar su presupuesto para cumplir con estas obligaciones.
Un llamado a la formalización y al cumplimiento
El aumento del salario mínimo para 2025 pone en evidencia la necesidad urgente de fortalecer la formalización laboral en el sector doméstico. Expertos advierten que garantizar condiciones justas y formales no solo protege a los trabajadores, sino que también evita sanciones y conflictos legales para los empleadores.
El desafío está planteado: mientras el Gobierno trabaja por mejorar las condiciones laborales en el país, los hogares deben asumir un rol responsable para garantizar la sostenibilidad de este cambio y el respeto por los derechos de sus empleados domésticos.
