La reforma a la salud propuesta por el Gobierno Nacional atraviesa un momento crítico, tras la controversia surgida esta semana en la mesa directiva de la Cámara de Representantes. El presidente de la corporación, Jaime Raúl Salamanca, incluyó en el orden del día la discusión en segundo debate de la iniciativa, sin consultar previamente a los demás miembros de la mesa. Esta acción generó malestar entre los vicepresidentes, quienes argumentaron que las decisiones deben tomarse de manera consensuada y no por imposición.
Rodrigo Tovar, vicepresidente primero de la Cámara, calificó la decisión de Salamanca como una falta de respeto al trabajo colectivo de la mesa directiva. «Las decisiones deben ser en consenso, no se puede pasar por encima de las normas básicas de diálogo», señaló. Por su parte, Lona Garrido, vicepresidenta segunda, fue más contundente, al afirmar que el comportamiento del presidente Salamanca refleja actitudes «a veces dictatoriales». Las tensiones internas llevaron al aplazamiento del debate, complicando aún más el panorama para la aprobación de la reforma.
El aplazamiento ha encendido alarmas en el Gobierno, que enfrenta crecientes dificultades para avanzar en su agenda legislativa. Mientras tanto, los sectores políticos y sociales que apoyan y critican la reforma observan con preocupación cómo los conflictos internos en la Cámara podrían retrasar la discusión de un proyecto clave para el sistema de salud en Colombia. En este contexto, el diálogo y la conciliación en la mesa directiva serán esenciales para superar las divisiones y avanzar en un debate que afecta directamente a millones de colombianos.