En medio de una creciente presión internacional, el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela ratificó el “triunfo” de Nicolás Maduro en las controvertidas elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024. El alto tribunal, en su fallo, aseguró que “certifica de forma inobjetable el material electoral peritado” y “convalida los resultados de la elección presidencial del 28 de julio de 2024 emitidos por el CNE, donde resultó electo el ciudadano Nicolás Maduro Moros como presidente de la República”.
La decisión ha sido recibida con indignación por varios líderes de la región. El presidente de Chile, Gabriel Boric, expresó que este hecho confirma la existencia de una dictadura en Venezuela, una postura compartida por los mandatarios de Paraguay, Guatemala, Panamá y Uruguay. En Colombia, los expresidentes Juan Manuel Santos e Iván Duque rechazaron la ratificación y solicitaron al presidente Gustavo Petro que no acepte el fallo del tribunal venezolano, pero Petro, guarda silencio.
El tema ha provocado un intenso debate en la reciente reunión de la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores de Colombia. Los expresidentes Ernesto Samper y Juan Manuel Santos presentaron opiniones divergentes sobre la situación en Venezuela. Mientras que Samper, respaldado por la senadora Gloria Flórez, nueva presidenta de Colombia Humana, defendió el sistema electoral venezolano como “garantista y robusto”, Santos rechazó tajantemente la ratificación del Tribunal Supremo venezolano, calificándola de “patraña”.
El fallo, que se basa en una validación de los resultados por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, ha exacerbado la tensión política en la región y ha generado un fuerte rechazo entre quienes consideran que el proceso electoral estuvo viciado desde un principio.