La Fiscalía y los abogados de las víctimas han anunciado que apelarán el fallo que condenó a Osiris Narayhana Cruzado Gutiérrez a siete años y seis meses de detención domiciliaria por el homicidio culposo agravado de Elkin David Correa, un motociclista de 40 años que perdió la vida en un trágico accidente ocurrido en febrero de 2022 en el centro de Medellín. La decisión, que también incluye una multa de 104 salarios mínimos, ha generado indignación entre la familia de la víctima y diversos sectores de la sociedad.
El caso, que aún resuena en la memoria de los habitantes de Medellín, ocurrió la mañana del 26 de febrero de 2022. Cruzado, en estado de embriaguez, chocó contra varios vehículos antes de embestir al motociclista en la esquina de la carrera 45 con la calle 50, como quedó registrado en una cámara de seguridad. Elkin David Correa, guardia de seguridad y padre de familia, fue arrastrado hasta impactar contra un bus y murió en el lugar.
La conductora intentó huir del lugar, pero fue detenida por testigos que presenciaron el accidente. A pesar de la gravedad de los hechos, Cruzado enfrentó el proceso en libertad tras ser capturada un mes después del incidente. Esta semana, el juez que llevó el caso dictó la sentencia de detención domiciliaria, una medida que la familia de Correa calificó como insuficiente y que ha desatado un intenso debate sobre la justicia en accidentes de tránsito bajo el efecto del alcohol.
Según la Fiscalía, Cruzado, de 26 años al momento del accidente, había salido de una reunión social la noche anterior y conducía un vehículo BMW mientras estaba ebria. Las pruebas presentadas ante el juez confirmaron su responsabilidad en el siniestro, lo que llevó a la condena. Sin embargo, tanto la Fiscalía como la defensa y los representantes legales de las víctimas consideran que la medida de detención domiciliaria no refleja la gravedad del crimen y han solicitado la revisión del fallo ante la Sala Penal del Tribunal Superior de Medellín.
Para los familiares de Elkin David Correa, la decisión es un golpe a su lucha por la justicia. “No es solo el dolor de perder a un ser querido de forma tan injusta, sino también la sensación de impunidad. Queremos una pena que realmente refleje lo que ocurrió y que siente un precedente”, declaró uno de sus allegados a los medios locales.
El caso ha reabierto el debate sobre la responsabilidad de quienes conducen bajo los efectos del alcohol y las penas asociadas a los accidentes fatales en Colombia. Organizaciones ciudadanas y de víctimas de accidentes han solicitado medidas más estrictas para prevenir que situaciones similares se repitan.
Mientras tanto, el proceso continúa y las partes implicadas esperan que la apelación permita una decisión más acorde con la gravedad de los hechos. La resolución definitiva estará en manos del Tribunal Superior de Medellín en las próximas semanas, en un caso que sigue siendo símbolo de indignación y lucha por justicia en la capital antioqueña.