El presidente Gustavo Petro ha mantenido silencio sobre la situación en Venezuela. El único que se ha pronunciado hasta el momento es el canciller Luis Gilberto Murillo, quien, en una declaración publicada en sus redes sociales, hizo un llamado al diálogo y a la búsqueda de una solución pacífica para la crisis.
Mientras tanto, líderes de Estados Unidos, Brasil, Chile, Perú y Panamá, así como la OEA y la Unión Europea, han expresado su desacuerdo con los resultados oficiales de las elecciones en Venezuela, afirmando que no coinciden con la realidad. Las protestas han dejado hasta el momento, 11 personas muertas y numerosas detenciones de opositores.
En un tono desafiante, Diosdado Cabello declaró que “los va a joder” en referencia a la oposición, mientras que las Fuerzas Armadas de Venezuela anunciaron su lealtad al presidente Nicolás Maduro. Por otro lado, el ex vicepresidente colombiano Francisco Santos denunció que en los galpones del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Filas de Mariche, estado Miranda, se encuentran 150 empleados del CNE bajo la supervisión de un grupo de ingenieros chinos, lo que agrega más controversia a la situación.
Según Santos, lo que pretenden estos personajes es diseñar e imprimir nuevamente todos las actas electorales y presentarlas a los observadores internacionales antes del viernes 2 de agosto.
