a5

Patrullera bajo investigación tras golpear brutalmente a joven en Bogotá

Un nuevo caso de abuso policial sacude a la capital del país, luego de que se hiciera viral un video en el que una patrullera de la Policía Metropolitana de Bogotá agrediera brutalmente a un joven con un bolillo durante un procedimiento. El incidente, ocurrido en octubre pero conocido masivamente en las últimas horas, ha generado indignación y reacciones contundentes por parte de la ciudadanía y las autoridades.

En las imágenes, que circularon rápidamente por redes sociales, se observa al joven sacando su celular para registrar lo que estaba ocurriendo. Este acto, al parecer, provocó una reacción violenta de la agente, quien, visiblemente alterada, golpeó al hombre en la cara con su arma mientras le exigía de manera despectiva que dejara de grabar. “Mire hacia allá. A mí no me esté tomando fotografías ni videos”, se escucha decir a la patrullera en el video.

El joven, con una evidente lesión en su mejilla, denunció los hechos poco después, mostrando su rostro ensangrentado y afirmando que no había hecho nada para justificar la agresión. “La patrullera me acaba de dar un severo golpe en la cara sin razón alguna”, declaró visiblemente afectado. La viralización del caso no solo generó rechazo entre la ciudadanía, sino que obligó a las autoridades a pronunciarse.

Desde la Policía Nacional se emitió un comunicado repudiando lo sucedido y anunciando la apertura de una investigación disciplinaria contra la patrullera involucrada. “Rechazamos esta clase de comportamientos y el uso desmedido de la fuerza. Seremos contundentes ante las actuaciones que vayan en contravía de los preceptos institucionales”, señalaron en el documento oficial.

El caso se suma a una serie de denuncias sobre abusos por parte de miembros de la fuerza pública en el país, reabriendo el debate sobre la formación y los protocolos de la institución. Organismos de derechos humanos han solicitado que se realice una investigación exhaustiva y han exigido que este tipo de comportamientos no queden impunes, mientras el joven agredido se convierte en un símbolo de resistencia frente a los excesos policiales.

Deportes