Ustedes lo han dicho, digamos, estos meses que han pasado del actual Gobierno han buscado estabilizar la situación fiscal del país.
Tres elementos, creo que han sido fundamentales: la reforma tributaria, ya aprobada.
La disminución del déficit del fondo de compensación de precios de los combustibles, que es una factura que había que pagarle a Ecopetrol que es paulatina, es una cuenta trazada que suma casi 39 billones de pesos, que es un endeudamiento del Estado. Es una deuda y en una cuantía enorme.
Una mega deuda que comienza ser pagada. Ya se transfirió $6,5 billones y durante todos estos meses, en la medida que se incremente, de a $200 el precio de la gasolina, irá disminuyendo.
Y el tercer elemento es la transformación de la estructura de la deuda externa de Colombia, tratando de pasar deuda de corto plazo, muy abultada en este momento, hacía deuda de largo plazo disminuyendo los requerimientos de corto plazo.
Son los tres elementos con los cuales, podemos decir, que vamos resistiendo el hecho de un gran golpe contra las finanzas públicas.
Un déficit que alcanzó casi 8% del (Producto Interno Bruto) PIB. Nunca lo habíamos tenido en los años contemporáneos y nos permite mirar con tranquilidad lo que va a venir.
Lo que va a venir, que ya se siente, por el lado negativo, indudablemente, es una probabilidad alta de recesión mundial.
Dependerá mucho de la tasa de interés internacional de los Estados Unidos, dependerá mucho de lo que suceda con la guerra en Ucrania.
Todas variables que no dependen de nosotros. Si la guerra se acorta, indudablemente, tendríamos otra situación económica.
Y yo sí creo que una de las posiciones internacionales de Colombia es, fundamental, en conjunto con los demás países latinoamericanos es pedir que esa guerra cese y ha sido nuestro objetivo.
Se nos ha pedido que nos alinderemos. Indudablemente, nosotros estamos en contra de cualquier invasión, pero no de unas y de otras no, sino de todas las invasiones que en este siglo se han dado y que no deben seguir dándose, porque colocan a la humanidad en circunstancias de enorme peligro.
Todas estas invasiones tienen que ver con una economía fósil. En el fondo son guerras articuladas alrededor de combustibles fósiles, como lo fue Libia, Irak, Siria, como lo es la guerra de Rusia y Ucrania y, quizás, marca los tiempos de tensión que un cambio económico indispensable está definiendo en la medida en que se necesitan cambios, en esa medida hay resistencias.
Y las resistencias tienden hacer violentas en el mundo. En los escenarios de la COP27 (Conferencia sobre el Cambio Climático de Sharm el Sheij) nos van, por ejemplo, nos van marcando ese tipo de tensiones.
En Colombia
Ese panorama internacional se conjuga en Colombia con la crisis climática, también, no lo escuché, pero este es un elemento fundamental.
La perdida que tiene el país hoy, aún por evaluar, realmente puede sobrepasar los 10 billones de pesos.
Se deriva de las mismas circunstancias mundiales. Solo que, aplicadas a Colombia, la crisis climática es un asunto que cualquier entidad pública, cualquier parte de la sociedad, cualquier tipo empresarial de Colombia o del mundo tiene que tener en el horizonte inmediato.
La crisis climática puede variar completamente las circunstancias de cálculo en un país.
Si ustedes, miran no más, lo que hace tres años, quizás un poco más, en el año 2019 se podía predecir del mundo, predecir de Colombia, pues cambio completamente esa predicción.
Sí, pero si analizamos es post, ¿que decían los analistas económicos en el año 2019 de la situación económica de Colombia, por ejemplo? No estaba en Covid, no había aparecido el Covid, no había aparecido la guerra de Ucrania, no había aparecido la amanezca de presión mundial, no había aparecido la inflación de alimentos sobre todo a escala mundial y, por tanto, el crecimiento del hambre.
En apenas tres años, una serie de circunstancias contundentes, sustánciales, que no se tenían en cuenta, era imposible predecirlas, aparecieron.
Crisis estructural
En el fondo, los tiempos que estamos viviendo, son tiempos de crisis. Y esa crisis no es coyuntural, esa crisis es estructural. Son los tiempos de una humanidad que vive bajo la imperiosa necesidad de cambiar su sistema económico si quiere sobrevivir.
Y en esa contradicción entre vida e inercia se está moviendo la geopolítica, la política mundial, las discusiones mundiales, la conflictividad social del mundo de hoy, e indudablemente nuestro país hace parte de ello.
Cuando corrientes migratorias apenas se contaban por personas, por centenares, por miles. Hoy estamos hablando de decenas de millones y dentro de poco tiempo de centenares de millones.
Centenares de millones de personas que quieren abandonar un lugar para irse a otro y que tienen un eje vector que es ni más ni menos que la crisis climática.
Por eso el Gobierno ha querido transitar rápidamente hacia la adaptación de Colombia a las nuevas condiciones tecnológicas que habrá en el mundo que ya se pueden medir, sentir y tocar. Hacia un mundo en el que creo, Colombia tiene muchas más probabilidades que en el actual.
Claro, al igual que en el mundo, nosotros nos tensionamos entre la vida y la inercia, con un grave problema, la inercia nos lleva a la extinción.
Y aquí entonces lo que hay que escoger es relativamente fácil. Solo que intereses, costumbres, formas tradicionales de la existencia económica, de la existencia social, generan las inercias, tratan de demorar los cambios, porque en la selección entre vida e inercia, la palabra cambió se vuelve fundamental.
Es que no solamente hay que cambiar a Colombia, hay que cambiar al mundo. Y ante eso están todos los dirigentes y las dirigentes políticas del mundo.
Ante eso están todas las instituciones económicas, sean públicas, sean privadas del mundo.
Estamos en tiempos que realmente son turbulentos, yo les denomino de crisis estructural.
Y en cierta forma el arte de los gobiernos hoy conociste en gobernar la crisis, en la gobernanza de la crisis.
El desempleo
¿Qué elementos, podríamos llamar positivos, aparecen en el escenario actual en la economía colombiana?
Yo he visto tres. Pueden ser más, claro. Indudablemente baja la tasa de desempleo en Colombia. Es un indicador objetivo, para mí, el principal indicador que se debe tener en cuenta en la valoración de un sistema económico es su capacidad de empleo. Este indicador no está funcionando mal, es probable que para el año entrante no funcione mal, sobre todo si podemos implementar políticas anti cíclicas.
Y este es un tema, que tampoco escuché, pero que debe ser formulado. Lo que tenemos son unas expectativas de depresión, de recesión, que van a afectar nuestra tasa de crecimiento económico, conocido como PIB.
Entonces, la política económica del Gobierno debe ser anti cíclica. Es decir, debe gastar en lo que puede reactivar la economía, medida en puestos de trabajo.
Entonces, si uno pone como filtro los puestos de trabajo, hay sectores y ramas económicas que tienen más incidencia en los puestos de trabajo que otras.
Sé que es una discusión, pero, por ejemplo, si ustedes miran el sector minero energético y lo comparan con el de construcción o, con el de turismo, los dos últimos llevan la ventaja en intensidad de puestos de trabajo.
Si no se mide la economía en puestos de trabajo, sino en dólares, el primero lleva la ventaja en términos de dólares.
Si no se mide la economía ni en dólares ni en puestos de trabajo, sino en moléculas de CO2 equivalentes emitidas a la atmosfera, pues habría que pensarlo, habría que medirlo.
Son las nuevas contabilidades de la economía actual que hay que tener en cuenta. El primer sector, el minero energético, es el responsable mayor de las emisiones de CO2.
Por tanto, es el que nos lleva, a escala mundial, a una mayor tensión entre la vida y la inercia.
Y, entonces, se trata de cambiar. El cambio se nos vuelve una palabra grave. Y el cambio en el sistema económico colombiano, con las variables que estamos observando, tiene que ver con volver nuestro sistema económico, no solamente des carbonizado, sino intensivo en trabajo y en empleo.
Y, entonces, habría que preguntarse, como juegan las instituciones financieras en esa transformación.
Las instituciones financieras en la transformación
Las estadísticas hoy del PIB muestran que de las cosas que más crecen en la economía colombiana, está la industria. Es un dato favorable, sobre todo, porque la industria hace parte de la economía real. Es decir, de la que construye riqueza.
Hay parte de la economía que son esenciales y funcionales, pero no construyen en si misma riqueza, las que tienes que ver con transferencias de la riqueza y no creación de la riqueza.
Por ejemplo, se discutía hace mucho que el Estado no es un creador de riqueza sino es un transferidor de riqueza, se discute que el sistema financiero no es un creador de riqueza en sí mismo, si no es un trasferidor de la riqueza.
¿En dónde se crea la riqueza?, En la producción. Y hoy es difícil poner el límite entre lo que es productivo y lo que no es productivo, pero la riqueza se crea en la producción. En la agricultura, en la industria, según nuestras cuentas nacionales en la construcción, que es parte de la industria, en el turismo, en el comercio ya es una transferencia de riqueza.
Bueno, si cogemos este corazón en donde se crea la riqueza y ese corazón se expande, entonces, creo que estaríamos dando en el blanco de lo que es una política anti cíclica ¿Cómo expandir la agricultura, la industria, la construcción y el turismo?
Turismo
¿Cuál es la importancia del turismo?, Que en el corto plazo puede cambiar las actuales divisas de la factura fósil, de la factura petrolera, Quince mil millones de dólares son las exportaciones de petróleo al año actualmente.
Si lográsemos tener una facturación por turismo cercana a esa cifra, tendríamos un éxito en relación a disminuir el riesgo que se cierne sobre nuestra balanza de pagos.
Ese riesgo es cierto. Si como dice la agencia internacional de energía la demanda de petróleo en el mundo bajará al 75% del actual, en el año 2030, dentro de 7 años, en el mundo, los primeros petróleos en salir del mercado serán los pesados. Y Colombia es un país productor de petróleo pesado.
Luego aquí nosotros tenemos que prever el riesgo que tenemos al frente en apenas 7 años. Cada año, aumentando progresivamente hasta esa magnitud que dice la Agencia Internacional de Energía.
Si va a disminuir al 75%, y nosotros estamos en una situación vulnerable, ¿cuál es la política para evitar o mitigar ese riesgo? Pues nosotros creemos que si expandimos el turismo tendríamos un éxito de corto plazo.
Entonces, por eso coloco entre estos cuatro capítulos económicos la palabra turismo.
Agricultura
¿Por qué es necesario expandir la agricultura? Porque el mundo en crisis climática va a necesitar alimentos.
Si ustedes lo que tienen hoy es una inflación de alimentos a escala mundial, es porque, entre otras razones, hay una escasez de alimentos a escala mundial.
¿Por qué hay una, escases de alimentos a escala mundial? Porque se agotan las tierras. Las tierras que se agotan son las del trópico, por eso, es que la gente del subsanar africano está tratando de cruzar el Mediterráneo.
Y por eso es que millones de personas de Suramérica, y de Centroamérica están tratando de cruzar el Rio Bravo, porque el equilibrio vital, agua y alimentos se ha roto en una parte del mundo y esto se ha convertido en centenares de millones de migrantes.
Bueno, si Colombia pudiera mantener su capacidad de expansión de la producción alimenticia e industrialización, podría aprovechar una circunstancia que existe en el mundo y que la podría articular al mundo de manera positiva.
¿Por qué la industria? ¿Y por qué la construcción, que es parte de la industria? Porque en conjunto con agricultura y con el turismo es aquí donde se puede generar riqueza.
Entonces, si el sistema financiero se liga a estos sectores, que en otras palabras significa, si el sistema financiero de Colombia privilegia como inversiones, como postura de crédito, asignación de recursos, la producción, podríamos sortear con éxito el problema.
No solamente el sistema financiero, el Estado, también, que tienen que ver ya con lo que estoy hablando.
Si las políticas del Estado aumentan la rentabilidad en la producción de alimentos, para esto hemos subsidiado fertilizantes –que ya entró en vigencia el programa, se está haciendo–, para esto hay que mejorar las compras estatales de cosecha, para esto hay que hacer reforma agraria en el sentido de transferir tierras fértiles hoy, improductivas y a manos productivas.
En conjunto, si logramos alcanzar el crédito al sector agrario, el sector agrario, que hoy está en recesión por la crisis climática en Colombia, podría crecer y, por tanto, generar empleo.
Si lo mismo hacemos en la industria, el turismo y la construcción, lo que tendríamos es un crecimiento de empleo para el año entrante y una inversión de recursos financieros más sana, que si no se logran estos objetivos.
Es decir, que i tenemos es un sistema financiero auto referenciado, es decir, que se invierte en sí mismo, generando burbujas que ya han estallado en otras partes del mundo.
¿Cómo evitar la burbuja en el sistema financiero? Es decir, que deje de invertir en sí mismo, fundamentalmente llevándolo a invertir en el sector creador de la riqueza y, por tanto, del empleo.
Y esa es la propuesta que yo podría hacerles ahora terminando esta reunión de la ANIF.
Es cómo, conjuntamente con el Estado, el Estado produciendo políticas públicas que aumenten la rentabilidad en la agricultura, en la industria, en la construcción y en el turismo, puede ser un indicador, que lleve al sistema financiero en su conjunto invertir en estos mismos sectores, prioritariamente.
Si a esto se le agrega las transiciones en energías limpias –solo que yo veo que su financiación es mas de carácter internacional que nacional–, creo que podríamos sobreaguar perfectamente, por lo menos, honorablemente las circunstancias de crisis que vienen de las tormentas perfectas que se están juntando: crisis climática, guerra, crecimiento del hambre y depresión en el mundo.
No cualesquiera tormentas. Son sustancialmente negativas. Pero creo que ahí, sobreaguando en esas tormentas podríamos cruzarlas, poniendo a Colombia en unas circunstancias que, en mi opinión, le son más favorables que el actual sistema económico.
América del Sur tiene grandes capacidades de generación de energías limpias. Des carbonizando sus estructuras productivas, podría, perfectamente, ser una de las regiones del mundo –quizás, la región del mundo– de mayor prospectiva, de mayor crecimiento, de mayores posibilidades en los años que están por venir.
Eso implica integración, indudablemente. Y eso implica creer en la posibilidad del cambio. No quedarse en la inercia. La inercia solo lleva a la muerte hoy en el mundo.
El cambio hoy nos permite tener la opción de la vida, si miramos estos conceptos bajo el prisma de la crisis climática.
Y estas son, digamos, las opciones que me parece serían las más importantes para Colombia.
Hoy tenemos dos estadísticas positivas que nos permiten afirmar que este puede ser un camino.
El crecimiento industrial del país, que se coaliga con el hecho de que hay compra de maquinaria y equipo como nunca antes.
Y el crecimiento del comercio exterior en productos no tradicionales, es decir: petróleo, carbón de Colombia.
Si miramos estas tres variables, compra de equipos y maquinaria, crecimiento del PIB industrial y crecimiento del comercio exterior no tradicional del país, casi en un 25%, creo que tenemos las bases que nos podrían llevar a afirmar un acierto, que apostarle a la producción en Colombia es la mejor opción.
Gracias, muy amables.