Olmedo López, el principal responsable de los escándalos de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), sigue como ‘vedette’ en los medios de comunicación. En sus más recientes apariciones en radio y televisión, López lanzó graves acusaciones que han sacudido el ámbito político.
López señaló directamente al ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, acusándolo de ser el promotor de la distribución de coimas a los parlamentarios para asegurar la aprobación de las reformas gubernamentales. Esta declaración añade un nuevo capítulo a los ya complejos escándalos de corrupción que rodean a la administración actual.
Además, López denunció que fue presionado para entregar dineros al Ejército de Liberación Nacional (ELN), con el objetivo de que este grupo armado pudiera cumplir algunos de sus compromisos y continuar con el proceso de paz. Esta revelación pone en tela de juicio las negociaciones y acuerdos en curso con el ELN, y podría tener implicaciones significativas para la estabilidad del proceso de paz.
En sus declaraciones, López ratificó los nombres de los nueve congresistas que ya están siendo investigados por la Corte Suprema por la posible recepción de dineros provenientes de los mencionados escándalos.
La situación ha generado un clima de incertidumbre y tensión en el ámbito político, con nuevas revelaciones que podrían surgir en los próximos días. Las declaraciones de López siguen alimentando un escándalo de proporciones significativas que involucra a altos funcionarios y que amenaza con impactar profundamente el panorama político y social del país.