El Gobierno de Estados Unidos incluyó a cuatro ciudadanos colombianos en la llamada Lista Clinton tras considerarlos vinculados con el reclutamiento de exmilitares nacionales para actuar como mercenarios al servicio de terceros países. Las sanciones fueron impuestas al identificar que dichos contratistas habrían participado en hechos violentos durante el conflicto armado que atraviesa Sudán.
La medida, anunciada el 9 de diciembre por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro, golpea directamente al entorno comercial del coronel retirado Álvaro Andrés Quijano Becerra, quien actualmente reside en Emiratos Árabes. La entidad estadounidense señaló que este oficial en retiro sería una de las figuras clave en la contratación y envío de personal colombiano hacia zonas en disputa.
De acuerdo con la información publicada por el Tesoro, Quijano —quien posee nacionalidad colombiana e italiana— habría desempeñado un rol determinante en la movilización de exuniformados hacia Sudán, donde una facción armada intenta disputar el control del país al gobierno establecido. Además, el organismo recordó antecedentes que relacionan al coronel con viejas estructuras criminales, entre ellas el cartel del Norte del Valle.
El esquema de reclutamiento señalado tendría como plataforma a la Agencia de Servicios Internacionales (A4SI), empresa fundada por Quijano y con sede en Bogotá. A través de esta firma se habría facilitado la contratación, coordinación logística y posterior envío de los exmilitares hacia territorio africano para prestar apoyo a actores del conflicto sudanés.
La sanción también recae sobre la esposa del coronel, Claudia Viviana Oliveros Forero, quien figura como gerente de A4SI. Junto con otros dos empresarios colombianos, ambos quedan sujetos a restricciones financieras y comerciales impuestas por Estados Unidos, en un intento por frenar el flujo de recursos que facilitaría la participación de connacionales en conflictos armados internacionales.
