Independiente Medellín sobrevivió al clásico antioqueño con un empate ante Atlético Nacional, manteniendo una tenue esperanza para la última fecha. Sin embargo, sus posibilidades de clasificar a los cuadrangulares se tambalean en un equilibrio precario.
El equipo de Alfredo Arias se enfrenta a la urgencia de una victoria abrumadora contra Envigado, mientras aguarda los resultados de Millonarios, Junior y Once Caldas. Con 26 puntos en su haber, Medellín no tiene margen para nada más que una victoria, y aún así, su avance depende de un delicado equilibrio de resultados.
La realidad es implacable: el triunfo del DIM podría ser en vano si sus competidores directos logran resultados favorables. La esperanza de alcanzar el sexto puesto con 29 unidades está anclada en una serie de combinaciones casi imposibles. La necesidad de golear a Envigado se convierte en una exigencia desesperada, una última carta en un juego donde las probabilidades se desvanecen.
En este escenario incierto, la única ruta clara para la clasificación del DIM es la victoria absoluta, acompañada de la caída obligatoria de uno de sus rivales. La dependencia de la diferencia de goles añade una capa de incertidumbre, convirtiendo el camino hacia los cuadrangulares en una empresa llena de obstáculos y dudas.
