El nombre de Leonel Álvarez volvió a sonar con fuerza en los pasillos del estadio Atanasio Girardot. El técnico antioqueño, ídolo histórico de Atlético Nacional, reconoció que ha sostenido conversaciones recientes con Sebastián Arango, presidente del club verdolaga, en medio de la búsqueda que adelanta la institución para encontrar un nuevo director técnico de cara a la temporada 2026. Sus palabras, pronunciadas en entrevista con ESPN Equipo F, despertaron ilusión en un sector de la hinchada que anhela revivir viejas glorias con uno de los hombres que marcó época en la historia verde.
Álvarez, de 60 años, hoy dirige a Atlético Bucaramanga, club con el que cumple una destacada campaña en la Liga BetPlay II-2025, donde pelea el liderato junto al DIM y Millonarios. Sin embargo, no esquivó la pregunta sobre su relación con Nacional. “Durante mucho tiempo no había tenido una relación tan cercana con el presidente del club como ahora. Me han invitado a varios eventos y no he podido asistir por mis compromisos. Ha habido diálogo, y siempre han querido contar conmigo. Estar en carpeta es bueno y más teniendo en cuenta el nivel de un equipo como Nacional”, declaró.
Sus palabras no pasaron desapercibidas. Aunque no confirmó una oferta formal, sí dejó entrever que existe un canal abierto con la dirigencia del cuadro antioqueño. En momentos en que Nacional transita una etapa de transición institucional y deportiva, la posibilidad de que regrese una figura como Leonel revive el debate sobre el tipo de entrenador que necesita el club: uno que entienda su historia, su presión y su gente.
Leonel no es un nombre cualquiera en la historia de Atlético Nacional. Fue uno de los héroes de la Copa Libertadores de 1989, título que convirtió al club en el primer campeón colombiano del torneo continental. Su imagen permanece en la memoria colectiva verdolaga como uno de los que no falló en la tanda de penales contra Olimpia de Paraguay, en aquella noche mágica de mayo en El Campín. Ese pasado glorioso, sumado a su experiencia como técnico, convierte su nombre en una alternativa con peso específico para liderar un nuevo proyecto deportivo.
Aunque ha tenido una carrera con altibajos en los banquillos —pasó por Independiente Medellín, Deportivo Cali, Águilas Doradas y clubes del exterior—, su presente con Bucaramanga es uno de los más sólidos de los últimos años. Ha potenciado jugadores, le ha dado orden al equipo y ha generado identidad. El onceno leopardo suma 30 puntos y está a uno del líder Independiente Medellín, con la mira puesta en la clasificación anticipada a los cuadrangulares.
“Cualquier entrenador estaría ilusionado con dirigir a Nacional”, dijo Leonel en medio de la conversación televisiva. Una frase que, sin duda, quedó resonando en los hinchas. Su conocimiento del ADN verdolaga y su carácter frontal son vistos por muchos como activos valiosos en un momento donde la exigencia deportiva y la impaciencia de la tribuna requieren un líder con temple y convicción.
Sin embargo, Álvarez fue enfático en subrayar su compromiso actual con el Bucaramanga. “Estoy enfocado en este reto. Es un club que ha confiado en mí y al que le quiero dar una alegría. Lo de Nacional es una posibilidad que halaga, pero ahora estoy centrado en el presente”, concluyó. Este martes (6:00 p.m.) su equipo visita a Millonarios en El Campín, con la posibilidad de escalar al primer lugar del campeonato.
Mientras tanto, en Medellín el nombre de Leonel sigue rondando las conversaciones futboleras. La hinchada se divide entre la nostalgia del pasado y las expectativas del futuro. Lo cierto es que, con la confesión del técnico, una puerta se ha abierto… y en el mundo del fútbol, cuando eso ocurre, todo puede pasar.