En un reciente encuentro entre el presidente de la República, Gustavo Petro y el gobernador de Antioquia Andrés Julián Rendón, se ha puesto en evidencia un conflicto de prioridades que pone en riesgo la finalización de las obras del proyecto Túnel del Toyo.
Durante la reunión, el presidente Petro comunicó al gobernador Rendón que su prioridad inmediata es garantizar el acceso al agua potable para la región de Urabá, antes de considerar lo del Túnel del Toyo.
A pesar de este anuncio, el gobernador Rendón no dudó en reiterar las propuestas de Antioquia, incluyendo la entrega de las obras de infraestructura comprometidas como parte del proyecto de las 4G y la finalización de este proyecto que facilitará la conexión con el Urabá antioqueño.
La tensión se elevó cuando el presidente Petro, de manera desafiante, cuestionó públicamente el costo del Túnel del Toyo en comparación con el valor de llevar agua potable a la población de Apartadó. Mientras que el gobernador estimó el proyecto del túnel en cinco billones de pesos, el presidente subrayó la urgencia y la importancia del acceso al agua potable para Urabá, valorándolo en un billón de pesos.
Petro enfatizó que su decisión se basa en una visión de Colombia que prioriza las necesidades básicas de las regiones sobre proyectos de infraestructura que podrían beneficiar a sectores más pudientes. “Sin agua, no nos sirve para nada la carretera”, remató el presidente.
Este desacuerdo plantea un desafío significativo para el futuro del Túnel del Toyo, mientras las autoridades continúan debatiendo sobre las prioridades de inversión y desarrollo para la región.