La polémica mano de Tesillo: El VAR y la justicia en el clásico entre Nacional y América

El enfrentamiento entre Atlético Nacional y América de Cali, que terminó con victoria para los verdolagas por 1-0 en el Atanasio Girardot, dejó una profunda controversia en el ambiente futbolístico. La acción que acaparó todos los focos de discusión fue una jugada que involucró al defensor de Nacional, William Tesillo, quien se vio implicado en una presunta mano dentro del área. Este incidente desató una avalancha de reclamaciones por parte de los jugadores del América, quienes pidieron con insistencia la sanción de un penalti. A pesar de la vehemencia de los reclamos, la intervención del VAR jugó un papel clave en la aclaración de lo sucedido.

El partido, que se jugaba con una intensidad característica de los clásicos, parecía encaminado a dejar una controversia aún mayor debido a esa jugada en particular. Un balón enviado al área de Nacional impactó en el cuerpo de Tesillo, para luego rozar su brazo. En ese momento, los jugadores del América rodearon al árbitro, presionando por la sanción de la pena máxima. El árbitro central, al ver la situación en tiempo real, parecía inclinarse por señalar la falta, lo que habría sido un penalti a favor de los rojos. Sin embargo, antes de que se pudiera tomar cualquier acción, el árbitro fue alertado por el VAR para revisar la jugada.

El VAR, que ha sido introducido en el fútbol con la intención de reducir las decisiones arbitrales erróneas, permitió observar con detalle lo sucedido. En la repetición quedó claro que el balón tocó primero el cuerpo de Tesillo antes de rozar su brazo. Esta secuencia de eventos fue determinante para entender que no existió una infracción, ya que, de acuerdo con las reglas de la IFAB (International Football Association Board), el contacto con la mano no puede ser sancionado si es producto de un rebote previo en el propio cuerpo del jugador.

La intervención del VAR, entonces, se alineó con la normativa vigente, y el árbitro decidió rectificar su postura inicial. La revisión de la jugada sirvió para calmar los ánimos en el estadio, donde los hinchas de Nacional celebraban con alivio la anulación del penalti, mientras que la frustración y el malestar se apoderaban de la hinchada del América. Para muchos, la jugada representaba una clara oportunidad de igualar el marcador, pero la decisión arbitral fue firme y definitiva.

La aplicación de la normativa en este tipo de jugadas puede parecer compleja, pero responde a un principio fundamental del fútbol: no todo contacto con la mano dentro del área debe ser sancionado automáticamente como penalti. En este caso, el rebote previo en el cuerpo de Tesillo fue crucial para que la jugada no fuera considerada como una infracción. Es importante recordar que la reglamentación tiene como objetivo evitar sancionar situaciones fortuitas o que no impliquen una intención clara de jugar el balón con la mano.

Hubiera sido diferente si el balón hubiese impactado directamente en la mano de Tesillo, sin haber pasado antes por su cuerpo. En tal situación, el penalti hubiera sido incuestionable, pues se habría considerado un toque deliberado o al menos innecesario. Sin embargo, este no fue el caso. La revisión del VAR y la aplicación correcta de las reglas contribuyeron a que la jugada fuera evaluada de manera justa y acorde a la legislación vigente.

El VAR, por tanto, se mantiene como un instrumento esencial para garantizar decisiones más justas en el fútbol moderno. A pesar de que la tecnología no es infalible, su intervención permitió que la polémica no escalara a mayores dimensiones. Los aficionados, tanto de Nacional como de América, fueron testigos de una lección sobre cómo el fútbol, a pesar de su imprevisibilidad, también tiene mecanismos para corregir los errores humanos y garantizar que las jugadas sean evaluadas con precisión.

Este episodio también pone de manifiesto la tensión que puede generarse en los clásicos del fútbol colombiano, donde cada jugada es analizada con lupa y las decisiones arbitrales tienen el poder de alterar el curso de un partido. A pesar de las quejas y la frustración de los hinchas del América, la corrección del árbitro mediante el VAR fue una decisión acertada, que al final reflejó la voluntad de la normativa de priorizar la justicia en el campo de juego. Sin lugar a dudas, esta jugada quedará grabada en la memoria de los fanáticos, no solo por su polémica, sino por el modo en que la tecnología intervino para resolverla.

En conclusión, el partido entre Nacional y América, más allá de los tres puntos en disputa, ofreció una interesante lección sobre el uso del VAR y la importancia de interpretar correctamente las reglas del fútbol. Las jugadas polémicas son parte del juego, pero el VAR demostró una vez más que su intervención puede ser crucial para tomar decisiones justas y transparentes.

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