Incendio en la Autopista Sur paralizó el tránsito nocturno en Medellín

La noche del miércoles se tiñó de humo y caos en la Autopista Sur de Medellín. Un incendio, originado en el trailer de un tractocamión que transportaba reciclaje, obligó al cierre total de ambas calzadas de este vital corredor vial. Durante más de 40 minutos, el tráfico quedó paralizado, mientras las llamas consumían parte de la carga del vehículo y los equipos de emergencia luchaban por controlar la situación.

El hecho se registró hacia las 7:10 p. m., justo en el corazón del barrio Guayabal, una zona neurálgica para la movilidad del sur del Valle de Aburrá. Testigos relataron cómo el humo comenzó a salir con intensidad de la parte trasera del camión, alertando no solo a los transeúntes, sino a otros conductores, quienes dieron aviso al chofer. Este, al percatarse de la emergencia, intentó sin éxito contener el fuego con extintores.

El Cuerpo de Bomberos de Medellín respondió con rapidez. Tres máquinas fueron desplazadas al sitio, logrando sofocar las llamas antes de que alcanzaran la cabina del vehículo o estructuras cercanas. Aun así, el incidente obligó a cerrar completamente la autopista, mientras se adelantaba labores de enfriamiento y posterior retiro del vehículo siniestrado.

Las autoridades aún investigan las causas del incendio. Aunque se presume que pudo estar relacionado con el tipo de material reciclado que transportaba el camión —probablemente cartón, papel o plásticos de fácil combustión—, no se descarta una falla mecánica o un cortocircuito como detonante del fuego. Técnicos del DAGRD y personal de tránsito estuvieron en el lugar recopilando datos para esclarecer el hecho.

El cierre de la vía en plena hora pico generó un efecto dominó en el tráfico metropolitano. Las rutas alternas, como la calle 30 y la avenida Guayabal, se vieron colapsadas por la cantidad de vehículos que fueron desviados. Desde motos hasta buses intermunicipales, todos quedaron atrapados en una congestión que se prolongó incluso después de que se restablece parcialmente el paso.

Más allá del colapso vehicular, el episodio vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de revisar los protocolos de seguridad en el transporte de carga, especialmente en lo que respecta a materiales potencialmente inflamables. También cuestiona la preparación de los conductores para enfrentar este tipo de emergencias y la eficacia de los extintores que, en muchos casos, resultan insuficientes.

Por fortuna, no se reportaron heridos ni víctimas fatales. Pero el susto y las consecuencias logísticas del incidente dejaron huella. Muchos ciudadanos no solo llegaron tarde a sus casas o lugares de destino, sino que también vivieron momentos de angustia ante la magnitud del humo y el temor de una explosión.

Este jueves, mientras se revisan las imágenes captadas por las cámaras del sistema de monitoreo vial, la ciudad despierta con una lección más sobre la fragilidad de su sistema de movilidad ante eventos imprevistos. El fuego ya fue controlado, pero la reflexión sobre la prevención y la respuesta rápida apenas comienza.

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