El presidente Gustavo Petro reaccionó al hundimiento de la Ley de Financiamiento con un mensaje contundente hacia el Congreso y un compromiso con los ciudadanos. Según el mandatario, la decisión de no aprobar el proyecto estuvo motivada por intereses políticos de algunos sectores que buscan desestabilizar al Gobierno y posicionarse de cara a las elecciones de 2026.
“Decidieron tratar de desfinanciar el Gobierno, buscando volver al poder en el 2026, otra vez con su impuesto a la sopa y a la comida. Las consecuencias y la reacción del Gobierno serán complejas”, expresó Petro a través de su cuenta en X, asegurando que el impacto de esta decisión no recaerá sobre los ciudadanos.
El jefe de Estado reiteró que no se aplicarán recortes a los programas centrales de justicia social que, según él, han logrado sacar a millones de personas de la pobreza y el hambre. “La crisis presupuestal no la pagará el pueblo”, afirmó, dejando claro que los planes de su administración seguirán adelante pese a los desafíos económicos que enfrentará el país en 2025.
En un giro inesperado, Petro también anunció el rompimiento de relaciones con las comisiones económicas del Congreso, señalando un distanciamiento definitivo con estas instancias legislativas. “Ya veremos cómo nos defenderemos”, concluyó el mandatario, dejando abierta la posibilidad de explorar nuevas estrategias para sortear la crisis fiscal y garantizar la financiación de los programas prioritarios de su gobierno.
