En un audaz movimiento para sanear las finanzas del departamento, el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, ha logrado que la Asamblea Departamental apruebe una ordenanza que lo autoriza a vender 62 inmuebles propiedad del departamento. Estos bienes, que en los libros tienen un valor de $135.573 millones de pesos, podrían generar ingresos mucho mayores en las negociaciones, según las expectativas del gobierno.
Entre los inmuebles que figuran en la lista de posibles ventas, se destaca la Escuela Contra la Drogadicción, ubicada en Llano Grande. Este terreno de 20 mil metros cuadrados tiene una valoración inicial de $25.000 millones, pero dada su ubicación privilegiada, podría venderse por un precio significativamente más alto, convirtiéndose en la “joya de la corona” de esta operación.
Además de este predio, el plan de venta incluye otros bienes de alto valor estratégico y social. Entre ellos, se encuentran:
Un terreno reservado para una posible sede del batallón Pedro Justo Berrío, junto a la pista aérea de Frontino.
Un edificio en el casco urbano de ese mismo municipio, actualmente habitado por unas 30 familias desplazadas por la violencia.
Un lote que forma parte de la pista de aterrizaje en la base militar de Perales, en Puerto Triunfo, y la base militar de Urrao.
El predio del antiguo ingenio Vegachí y el Instituto Agrícola de Sonsón.
En el Valle de Aburrá, también se incluyen propiedades emblemáticas como la Escuela de Trabajo San José, el antiguo local donde nació el IDEM en el barrio Santander (comuna 6-Doce de Octubre), e incluso el predio donde se encuentra el tanque de agua de Aranjuez.
Este ambicioso plan de saneamiento fiscal ha generado controversia, ya que muchos de los bienes en cuestión tienen un importante valor histórico, social y estratégico. No obstante, el gobernador Rendón defiende la medida como necesaria para estabilizar las finanzas del departamento y asegura que los recursos obtenidos serán destinados a proyectos prioritarios para el bienestar de los antioqueños.
