A solo nueve días de noviembre y con la temporada navideña a la vuelta de la esquina, se ha registrado el primer incidente grave relacionado con la fabricación de elementos pirotécnicos. En el barrio La Montoya, del municipio de Caldas, sur del Valle de Aburrá, explotó una polvorería clandestina, dejando dos viviendas destruidas y dos personas heridas, afortunadamente con lesiones leves.
Este incidente revive las advertencias que, desde hace 26 años, el programa “En Tertulia” ha hecho sobre la necesidad de mantener campañas permanentes contra el uso indebido de la pólvora. A pesar de las advertencias, las autoridades parecen ignorar la gravedad del problema, ya que suelen lanzar campañas preventivas tardías, muchas veces justo antes de la Navidad, cuando ya se han registrado víctimas, incluidos niños, jóvenes y ancianos.
Los vecinos y la comunidad son clave para prevenir tragedias, y aunque a menudo sus denuncias no son escuchadas, es fundamental que sigan reportando la existencia de estas fábricas clandestinas como un esfuerzo para generar conciencia y evitar futuros incidentes.
La explosión en La Montoya es un recordatorio urgente de la importancia de ofrecer alternativas laborales a los fabricantes de pirotecnia y de intensificar las campañas educativas para prevenir accidentes en la temporada festiva.
