En una noche bogotana que parecía escrita para el lamento, el Once Caldas rompió su maldición y volvió a ganar en la Liga BetPlay después de casi cuatro meses. Lo hizo sin su ídolo, Dayro Moreno, pero con temple y algo de mística. El 1-2 sobre Santa Fe, en el mismísimo Campín, fue más que un triunfo: fue un respiro para un equipo que, hasta esta fecha, marchaba último en la tabla. Hernán Darío ‘El Arriero’ Herrera lo celebró con vehemencia, pero también aprovechó para dejar claro un mensaje: “Exijo respeto para Dayro”.
La victoria llegó gracias a los goles de Michael Barrios, el menudo delantero que con apenas 1,65 metros le ganó el pulso al gigante Mosquera Marmolejo. Un penalti bien ejecutado y una vaselina cargada de intuición y coraje sellaron el marcador. Barrios, hermano del volante Cristian Barrios (América de Cali), se robó el protagonismo, pero ni su doblete ni los tres puntos lograron apagar el ruido en torno a la convocatoria de Dayro Moreno a la Selección Colombia.
La controversia estalló luego de que varios sectores del periodismo deportivo y de la opinión pública pusieran en tela de juicio el llamado del veterano goleador tolimense a la Tricolor. Alegaban que no era el momento, que su edad o su actualidad en liga no lo respaldan. Pero el ‘Arriero’, fiel a su estilo frontal, no se guardó nada: “Dayro es un símbolo de nuestro fútbol. Es goleador histórico, ha demostrado su jerarquía y su profesionalismo. Quienes lo critican no lo conocen por dentro. Exijo respeto”.
Es cierto que Dayro no estuvo en la cancha frente a Santa Fe, pero su presencia simbólica pesó. Herrera dejó entrever que fue una decisión estratégica, pensando más en el crucial duelo del 17 de septiembre ante Independiente del Valle por los cuartos de final de la Copa Sudamericana. El Once Caldas es el único club colombiano que sigue con vida en torneos internacionales. Allí, el aporte de Dayro será fundamental. Nadie duda de su olfato, ni siquiera sus detractores más acérrimos.
La victoria también rompió una racha negra de más de diez partidos sin triunfos en liga. La última vez que el «Blanco, Blanco» había saboreado una victoria fue el 25 de mayo ante Deportivo Cali. Desde entonces, acumuló frustraciones, empates insípidos y derrotas que lo hundieron en la tabla. Pero ante Santa Fe hubo carácter, orden y —por momentos— buen fútbol. Herrera, sin euforias desmedidas, reconoció que este puede ser un punto de inflexión.
Más allá de los números, lo que se vivió en El Campín fue una pequeña revancha emocional. El Once Caldas, ese equipo que muchos daban por muerto en el Clausura, encontró algo de luz. Y lo hizo en medio de la polémica, del ruido, del juicio anticipado. Quizá por eso las palabras de Herrera resuenan más allá del camerino: “No se le puede faltar el respeto a un jugador como Dayro solo porque tiene 38 años. Hay jóvenes que no hacen ni la mitad. Él todavía tiene fútbol para dar”.
Ahora el equipo de Manizales se concentra en dos frentes: alejarse del sótano en la Liga y soñar en grande en la Sudamericana. En ambos caminos, Dayro Moreno sigue siendo su bandera, pese a su silencio reciente. Y su técnico, su más férreo defensor. La noche del lunes, sin su goleador en el campo, el Once Caldas volvió a sonreír. Y con ello, la voz del ‘Arriero’ volvió a hacerse escuchar, clara y contundente, como en sus mejores tiempos en el banco.