En un episodio que ha sacudido a Colombia, disidentes de las FARC se desplazan impunemente por el país en vehículos oficiales, sin que se haya firmado un acuerdo de paz. Este suceso ha generado una ola de indignación y preocupación a nivel nacional.
El hecho más reciente ocurrió cuando Alexander Díaz Mendoza, alias Calarcá, segundo al mando de la estructura disidente y líder de la facción negociadora, encabezaba una comitiva que partió de Tibú, Norte de Santander. La caravana fue interceptada en Puente Gabino, Santo Domingo, Antioquia, en un operativo que reveló sorprendentes detalles.
En los siete vehículos último modelo, pertenecientes a la Unidad Nacional de Protección (UNP), también se encontraba Édgar de Jesús Orrego Arango, alias Leo o Firu, comandante del frente 36, la compañera sentimental de Calarcá y otros dos guerrilleros con órdenes de captura vigentes. La caravana transportaba $100 millones de pesos en efectivo y barras de oro, lo que aumenta la gravedad del escándalo.
El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo rechazó los hechos, mientras tanto, las disidencias dijeron que esta situación fragmenta la confianza en el gobierno y lo construido en la mesa de diálogo.