Medellín continúa consolidándose como una de las ciudades líderes en movilidad sostenible en América Latina. Este miércoles, Empresas Públicas de Medellín (EPM) puso en funcionamiento una nueva estación de carga para vehículos eléctricos en el centro comercial El Tesoro, fortaleciendo así la red de infraestructura que respalda el creciente parque automotor de energías limpias en Antioquia. Con esta apertura, ya son 22 las estaciones públicas operadas por la compañía en el departamento.
La nueva estación se encuentra ubicada en el Sótano 4 de la Plaza Palmas, en la segunda etapa del Parque Comercial El Tesoro. Está equipada con dos cargadores de 7.4 kWh para vehículos con conector tipo 1 y otros dos de 22 kWh para los que usan conector tipo 2. Con capacidad para atender de manera simultánea a cuatro vehículos, esta estación no solo ofrece rapidez y eficiencia, sino también una experiencia mejorada para el usuario.
Y es que más allá de los kilovatios por hora, EPM apuesta por facilitar la vida del ciudadano. Por eso, además de la tradicional tarjeta de Movilidad Eléctrica —que permite cargar el servicio a la factura mensual—, esta estación incorpora la opción de pago directo con tarjetas de crédito o débito a través de la App EPM. Este sistema, ya disponible también en otras estaciones estratégicas como EDS Los Álamos, el MAMM y Mall La Fe, busca democratizar el acceso a la infraestructura eléctrica con métodos cómodos y tecnológicos.
Actualmente, más de 8.300 vehículos enchufables (entre híbridos y 100% eléctricos) circulan en Antioquia, una cifra que ha crecido de forma exponencial —el 30% de ellos fue matriculado solo en el último año—, confirmando el giro decidido de los antioqueños hacia alternativas más limpias. Frente a esta dinámica, EPM asegura que su misión es ir un paso adelante, con más puntos de carga y mejores servicios.
Este avance no es aislado, sino parte de un ambicioso proyecto que contempla no solo a Medellín, sino también a otras ciudades donde el Grupo EPM tiene presencia. Ya son 15 las estaciones adicionales en operación en ciudades como Armenia, Manizales, Cúcuta, Bucaramanga, San Gil y Ocaña, varias de ellas con cargadores rápidos o semi rápidos que responden a la urgencia de tiempos modernos.
El reto es grande. Transitar hacia una movilidad descarbonizada no solo exige más estaciones, sino también cultura ciudadana, incentivos institucionales y una planificación urbana coherente. Pero si algo ha demostrado Medellín, es que la innovación sí puede estar al servicio de la sostenibilidad.
Cada enchufe que se activa, cada batería que se recarga sin emitir gases contaminantes, representa una victoria silenciosa contra la contaminación urbana. Y con cada estación inaugurada, EPM reafirma su compromiso con una ciudad más limpia, eficiente y preparada para enfrentar los desafíos ambientales de este siglo.
Así, mientras los autos eléctricos conquistan más calles, Medellín demuestra que avanzar no solo es cuestión de velocidad, sino de visión. Y en esa carrera hacia el futuro, la sostenibilidad ya no es una opción: es el camino.