Empresas Públicas de Medellín (EPM) ha encendido las alarmas ante la crítica situación financiera de su filial Afinia, encargada de la distribución de energía en regiones del Caribe colombiano. En una carta dirigida al presidente Gustavo Petro, el gerente de EPM, John Maya Salazar, hizo un llamado urgente para buscar soluciones que garanticen la sostenibilidad del servicio en estas zonas.
Maya destacó que, aunque las inversiones de EPM en 2024 alcanzarán los $2,9 billones, logrando mejoras significativas en la calidad del servicio, estas no han sido suficientes para enfrentar los problemas estructurales que afectan a Afinia. La frecuencia y duración de las interrupciones han disminuido, pero las dificultades financieras de la filial persisten.
El directivo señaló que factores como la acumulación del saldo de la opción tarifaria, el aumento de los costos operativos, la falta de pago de subsidios gubernamentales destinados a los estratos 1, 2 y 3, y el incumplimiento de pago por parte de entidades públicas como escuelas, hospitales y cárceles han generado una presión insostenible sobre la liquidez de Afinia.
Como posible solución, EPM ha propuesto que el Gobierno Nacional asuma la operación en zonas particularmente críticas, como el departamento del Cesar y 11 municipios del Magdalena. Según la empresa, estas regiones presentan mayores niveles de pérdidas de energía y un bajo recaudo, lo que agrava la crisis.
La situación plantea un desafío para el Gobierno, que deberá evaluar su capacidad para gestionar directamente el servicio en estas áreas y garantizar su continuidad. EPM, por su parte, ha subrayado la necesidad de trabajar conjuntamente para estabilizar las finanzas de Afinia y evitar el colapso del servicio en estas regiones.
Este llamado de EPM pone sobre la mesa la complejidad de los problemas estructurales en la prestación de servicios públicos en el país. Ahora, la respuesta del Gobierno será crucial para definir el futuro de Afinia y la sostenibilidad del servicio de energía en el Caribe colombiano.