Con el fallecimiento del doctor Carlos Santiago Uribe Uribe, Colombia pierde a uno de sus más grandes exponentes de la medicina y la neurología. Este pionero, cuyas contribuciones marcaron un hito en la formación de generaciones de médicos, dejó una huella profunda en la educación y el tratamiento de enfermedades del sistema nervioso. Reconocido por su vasta experiencia y dedicación, el doctor Uribe Uribe ha sido un referente indiscutible en la neurología colombiana y un mentor invaluable para la Universidad de Antioquia, alma mater que lo vio nacer como médico en 1958.
El doctor Uribe Uribe, oriundo de Antioquia, comenzó su carrera profesional como docente en 1963, tras completar sus estudios en la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia. Desde ese momento, se destacó por su incansable labor como educador, siendo pieza clave en la formación de innumerables médicos que hoy ejercen en todo el país. Además, su visión y liderazgo fueron fundamentales para la creación de la sección de neurología de la universidad, un departamento que hoy cumple 45 años de existencia, y que sigue siendo un faro académico en el campo de las ciencias de la salud.
El reconocimiento que obtuvo en vida por su labor investigativa y educativa no se limitó a la academia. Su trabajo incansable en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades neurológicas lo convirtió en una referencia tanto a nivel nacional como internacional. A lo largo de su carrera, el doctor Uribe Uribe se especializó en electroencefalografía (EEG), una técnica vital para analizar la actividad eléctrica del cerebro, que le permitió comprender y tratar con precisión diversas afecciones neurológicas.
Su legado, sin embargo, no solo reside en los miles de estudiantes que lo consideraron un maestro, sino también en las innumerables vidas que tocó a través de su trabajo clínico. La Universidad de Antioquia, donde fue profesor durante varias décadas, lamenta profundamente la pérdida de un hombre cuya dedicación y entrega al conocimiento se reflejaron en cada uno de sus estudiantes y colegas. En su cuenta oficial de X, la universidad expresó su profundo dolor por el fallecimiento de quien fuera uno de los pilares más sólidos de la facultad.
A pesar de la trascendencia de su obra, el doctor Uribe Uribe mantuvo siempre una humildad ejemplar. Su generosidad lo llevó, en 2023, a donar su electroencefalógrafo al Museo de la Vida de la Universidad de Antioquia, un gesto de amor por la educación y la memoria histórica. Ese equipo, con el que llevó a cabo su ejercicio profesional durante toda su carrera, ahora forma parte del patrimonio educativo de la universidad, permitiendo que su legado perdure por generaciones.
El reconocimiento a la labor del doctor Uribe Uribe fue más allá de los límites de la academia. Sus conocimientos y su compromiso con la neurología le dieron un lugar destacado dentro de la comunidad científica y médica, convirtiéndolo en una figura respetada no solo en Colombia, sino también fuera de sus fronteras. Su incansable búsqueda de la excelencia en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades neurológicas le permitió ser parte activa de una comunidad científica que sigue evolucionando, en gran parte gracias a su aporte.
Colombia hoy despide a un hombre cuya carrera estuvo dedicada a la ciencia, la educación y el bienestar de los demás. Sin embargo, su legado vive en los miles de estudiantes que formó y en las investigaciones que continúan influyendo en la medicina moderna. A través de su trabajo, el doctor Uribe Uribe cambió la vida de muchos, y su nombre permanecerá inscrito en la historia de la neurología del país.
El doctor Carlos Santiago Uribe Uribe deja un vacío difícil de llenar, pero también un ejemplo de vida y trabajo que inspira a todos aquellos que se dedican a la medicina y a la enseñanza. Hoy, la Universidad de Antioquia y el país entero recuerdan con respeto y admiración a este pionero de la neurología, quien, con su esfuerzo y pasión, transformó no solo la medicina colombiana, sino también la vida de aquellos que lo conocieron y aprendieron de él.