El debate presidencial de anoche en Estados Unidos no arrojó un ganador contundente, según los analistas, pero la candidata demócrata Kamala Harris logró destacarse al desestabilizar en varios momentos a su contrincante, el ex presidente Donald Trump. Ambos cruzaron fuertes acusaciones, cada uno señalando al otro como una amenaza para la democracia del país.
Trump calificó a Harris como una ‘radical’ con ideología marxista, sin un plan concreto para el futuro del país y que, según él, llevaría a Estados Unidos a la ruina. Por su parte, Harris mantuvo su postura firme, respondiendo a los ataques de su opositor e incluso recurriendo al lenguaje corporal, con gestos y risas burlonas, para subrayar sus críticas hacia el ex mandatario.
En cuanto a temas clave, Harris prometió proteger el derecho al aborto a través de una ley federal, mientras que Trump defendió las excepciones al aborto en casos de violación, incesto y riesgo para la vida de la madre. Ambos también presentaron sus visiones sobre la resolución de los conflictos en Ucrania y Gaza, aunque sin ofrecer detalles concretos.