Designación de Daniel Mendoza genera tensiones en el gabinete de Petro

La polémica en torno a la designación de Daniel Mendoza, conocido como «El Matarife», como embajador en Tailandia sigue marcando la agenda política, a pesar de que el propio Mendoza rechazó el nombramiento desde el pasado fin de semana. La decisión inicial del presidente Gustavo Petro de incluir a Mendoza en el cuerpo diplomático ha provocado divisiones dentro de su gabinete ministerial.

El canciller Luis Gilberto Murillo, quien se ha convertido en el rostro de las críticas internas, expresó su inconformidad por las reacciones de algunos miembros del Gobierno que han cuestionado públicamente la decisión presidencial. “Uno no puede salir de manera oportunista a lavarse las manos y sigue en el Gobierno. Si no están de acuerdo, uno se va”, afirmó Murillo en una reunión con sus compañeros de gabinete, en un claro reproche hacia quienes no respaldan las decisiones oficiales.

La controversia no solo expone diferencias ideológicas, sino que también evidencia una fractura en la unidad del equipo ministerial, en un momento clave para el Gobierno. Las tensiones internas han puesto en la mira las dinámicas del gabinete de Petro, mientras analistas políticos señalan que esta situación podría afectar la estabilidad de su administración si no se manejan adecuadamente las discrepancias.

Aunque Mendoza ya rechazó formalmente el cargo, el impacto de su designación persiste, reavivando debates sobre los criterios para nombramientos diplomáticos y los conflictos dentro del Gobierno. Este episodio deja entrever la complejidad de mantener cohesión en un gabinete diverso y las dificultades de navegar las aguas de la política interna.

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