Descubren en Cerro Tusa una joya botánica sin precedentes: la Aphelandra montis-tusae

En las imponentes laderas del Cerro Tusa, en el suroeste antioqueño, la naturaleza resguardaba un secreto que hasta ahora había permanecido oculto. En diciembre de 2020, un equipo de investigadores descubrió la Aphelandra montis-tusae, una planta sin precedentes en la ciencia y que reafirma la inmensa biodiversidad que caracteriza a Colombia. Este hallazgo no solo amplía el conocimiento sobre la flora del país, sino que también subraya la importancia de la conservación de estos ecosistemas.

El descubrimiento fue liderado por el biólogo Saúl Hoyos y el arqueólogo Pablo Aristizábal, quienes durante una caminata por las faldas de Cerro Tusa notaron una planta de colores vibrantes que resaltaba entre la densa vegetación. Su hallazgo marcó el inicio de un arduo proceso de investigación, que implicó la recolección de muestras y un minucioso análisis en conjunto con expertos internacionales.

El proceso de identificación de la Aphelandra montis-tusae no fue inmediato. Durante meses, Hoyos y su equipo realizaron recorridos por la zona, documentando las características morfológicas de la planta y contrastándolas con especies previamente descritas. Se buscó en bases de datos botánicas y colecciones de herbarios a nivel mundial, sin hallar coincidencias, lo que llevó a sospechar que se trataba de una especie completamente nueva para la ciencia.

Para confirmar este hecho, Hoyos contactó a John R. I. Wood, un reconocido investigador del Jardín Botánico de Londres y especialista en la familia Acanthaceae. Tras un análisis exhaustivo, Wood corroboró que la planta descubierta no correspondía a ninguna especie previamente registrada, lo que consolidó el hallazgo como un aporte significativo a la botánica global.

El Cerro Tusa, además de su valor histórico y cultural, ahora adquiere una nueva relevancia como santuario de especies endémicas. La identificación de la Aphelandra montis-tusae pone en evidencia la necesidad de fortalecer los esfuerzos de conservación en la región, ya que la presión humana y el cambio climático podrían poner en riesgo la supervivencia de especies aún desconocidas.

Este hallazgo también resalta el papel fundamental de la investigación interdisciplinaria y la colaboración internacional en el descubrimiento y protección de la biodiversidad. La participación de expertos de diversas áreas permitió que la Aphelandra montis-tusae fuera reconocida y documentada adecuadamente, abriendo nuevas líneas de investigación sobre su ecología y potenciales usos.

Con este descubrimiento, Colombia reafirma su posición como uno de los países más biodiversos del mundo y destaca la importancia de preservar sus ecosistemas. Cerro Tusa, que por siglos ha fascinado a investigadores y viajeros, hoy se erige como un recordatorio vivo de que la naturaleza aún guarda innumerables secretos por desvelar.

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