En los barrios altos de Medellín, donde muchas veces las instituciones llegan tarde o no llegan del todo, las redes humanas son la primera línea de atención. Allí, donde el tejido social se sostiene entre vecinas, parteras, líderes de calle y madres comunitarias, la salud materno-perinatal no es un lujo, sino una urgencia. Por eso, la reciente apuesta de la Alcaldía de Medellín, a través del programa Medellín Te Quiere Saludable, representa mucho más que un ciclo de formación: es un acto de reconocimiento al poder comunitario para cuidar, proteger y sanar desde la raíz.
Con esta nueva fase del programa, se espera capacitar a 200 personas —en su mayoría mujeres— que día a día acompañan de forma silenciosa y tenaz los procesos de gestación, parto, lactancia y salud mental en sus territorios. La formación será práctica y profundamente humana: cinco módulos vivenciales, de una hora cada uno, diseñados no solo para transferir conocimientos médicos, sino para escuchar, intercambiar saberes, y fortalecer la confianza de quienes han cuidado siempre sin bata blanca ni título oficial.
Las capacitaciones estarán a cargo de profesionales en enfermería, nutrición y psicología, expertos en salud perinatal que no solo conocen la teoría, sino que entienden la complejidad de acompañar en contextos de desigualdad. Los contenidos incluyen planificación familiar, controles prenatales tempranos, prevención de infecciones materno-infantiles, salud mental materna y, algo fundamental, cómo identificar señales de alerta y activar rutas de atención eficaces. Más que informar, se trata de empoderar.
La iniciativa no se queda en el papel ni en los salones institucionales. En esta primera etapa, los procesos formativos se desplegarán en ocho territorios claves de Medellín: las comunas 1 (Popular), 3 (Manrique), 4 (Aranjuez), 7 (Robledo), 8 (Villa Hermosa), 16 (Belén), y los corregimientos de San Sebastián de Palmitas y Altavista. Lugares donde la gestación suele ser acompañada más por la vecina que por el sistema de salud, y donde la palabra de una líder puede significar la diferencia entre el cuidado y el descuido.
Este enfoque territorial reconoce, de manera implícita, algo que los modelos biomédicos han olvidado durante años: que la salud comienza mucho antes del primer examen, en las cocinas donde se comparten consejos de abuela, en los corredores donde las mujeres se escuchan entre ellas, en las manos que dan calor antes que medicina. Medellín apuesta ahora por formalizar y fortalecer ese saber, sin desarraigarlo de sus raíces.
Para muchas de estas líderes, la formación representa también una reivindicación. Durante décadas han sostenido sus comunidades con acciones invisibles: calmando angustias, ayudando a parir en casas humildes, orientando a jóvenes sin escuela ni EPS. Que hoy sean reconocidas como agentes de salud comunitaria, con un rol clave en el bienestar materno e infantil, es un paso hacia una ciudad que cuida no desde arriba, sino desde adentro.
Porque cuidar no es solo dar medicamentos. Cuidar es mirar a los ojos, detectar silencios, entender el cuerpo como historia. Con Medellín Te Quiere Saludable, la ciudad le apuesta a un modelo de salud que no se mide solo en cifras, sino en afectos, en redes, en el poder de quienes —sin uniforme ni salario— han estado siempre donde más se les necesita. Y ahora, por fin, reciben el respaldo que merecen.
