El Concejo de Medellín aprobó con 16 votos a favor y cinco en contra, la enajenación de las acciones de Empresas Públicas de Medellín (EPM) en UNE-TIGO. La sesión estuvo marcada por la contundencia de la llamada “aplanadora federiquista”, que impulsó la aprobación del proyecto de acuerdo.
Uno de los concejales ponentes, Juan Carlos de la Cuesta, argumentó que, desde la fusión, UNE ha enfrentado pérdidas significativas. Según sus declaraciones, en 2014 la compañía contaba con un patrimonio de $3.178.843 millones de pesos, pero actualmente esa cifra ha disminuido a $358.732 millones, con una caída en la utilidad neta de $1.144.769 millones de pesos. De la Cuesta también señaló que UNE está endeudada por casi $2.5 billones, lo que pone en riesgo su sostenibilidad financiera.
Durante el debate, se insistió en la necesidad de realizar fuertes inversiones en UNE para que pueda generar ingresos, acorde con su misión. Además, se destacó que EPM no tiene el control de la compañía, lo que complica aún más la situación.
Los opositores a la enajenación, por su parte, expresaron su preocupación por lo que consideran una decisión errada, que podría afectar los derechos laborales. Sostuvieron que este es el desenlace de un proceso de privatización y criticaron la falta de discusión técnica, así como la escasa participación de expertos, academia y ciudadanía.
Otros concejales a favor de la medida indicaron que esperar una valoración de las acciones sería asumir un riesgo elevado dado el deterioro actual de la empresa. En su opinión, la mejor forma de recuperar la inversión es mediante la desinversión en estos activos.
El gerente de EPM, John Maya Salazar, respaldó la decisión desde un enfoque financiero, afirmando que “un negocio da pérdidas o ganancias”. En el caso de UNE, explicó que el deterioro en 2023 resultó en la pérdida de $1 billón de pesos en su valor. Además, en los últimos seis meses, el valor patrimonial de la empresa ha descendido en $122 mil millones, lo que, según Maya, haría necesaria una nueva capitalización que afectaría gravemente las finanzas y servicios de EPM.
Finalmente, Maya destacó que los recursos provenientes de la enajenación se destinarán al desarrollo de los territorios donde EPM tiene presencia, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de la población.
