
El pasado sábado 25 de enero la noticia sobre la muerte de Ana Mercedes Elejalde sorprendió a sus amigos, familiares y medios de comunicación.
Un aneurisma ocasionó su muerte.
Sus familiares se pronunciaron por redes sociales, agradeciendo las palabras de aliento que llegaban por grupos de Facebook de su pueblo natal Frontino y Twitter, donde la noticia tuvo tal impacto que aún es vigente.
Su padre Ramón Elejalde Arbeláez, nuestro amigo y contertulio habitual escribió en forma de agradecimiento
“El dolor mío y el de mi familia es inmenso. Perdimos a una hija joven, la alegría de donde estuviera, bella, madre de un niño que es hoy nuestro consuelo, que adoraba a su padre y así lo pregonaba.
Este dolor lo mitiga en algo la gran solidaridad de los amigos, paisanos y conocidos.
Gracias al gobernador Aníbal Gaviria, gracias al alcalde Daniel Quintero, gracias a mis paisanos frontineños, gracias a los directivos de las universidades San Buenaventura (donde en este semestre mi niña terminaba su carrera de psicología) y Autónoma Latinoamericana, Unaula (donde yo laboro), gracias a tantos amigos que nos acompañaron en el sepelio o que nos han hecho saber su voz de solidaridad por redes sociales o por escrito.
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Dar las gracias individuales es difícil. Como lección de vida: Mi niña muere por un aneurisma congénito y su factor desencadenante fue el cigarrillo electrónico.
La oración es el mejor regalo que nos pueden dar los amigos.
Estamos devastados”.