La Cámara de Representantes aprobó con 83 votos a favor y 27 en contra una proposición impulsada por Andrés Forero, del Centro Democrático, en la que se solicita al Gobierno de Gustavo Petro reconocer a Edmundo González como presidente electo de Venezuela. La iniciativa surge en medio de la creciente preocupación por la persecución a la oposición venezolana, especialmente contra María Corina Machado y el propio Edmundo González.
El texto aprobado sostiene que Colombia “no puede guardar silencio cómplice” ante las violaciones de derechos humanos y la represión política que se viven en el vecino país. La proposición busca que el gobierno colombiano, que ha mantenido una postura neutral en el conflicto político venezolano, adopte una posición más activa y clara respecto a la crisis.
¿Efectos reales o simple gesto político?
A pesar de la aprobación en la Cámara, la medida podría ser interpretada como un “saludo a la bandera”. El reconocimiento de Edmundo González por parte del ejecutivo no es vinculante, ya que la política exterior del país es competencia exclusiva del presidente de la República y del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Para muchos analistas, la proposición es un mensaje simbólico más que una medida con impacto real, pues es poco probable que el gobierno de Petro cambie su enfoque hacia Venezuela, que ha estado marcado por la normalización de las relaciones bilaterales. Sin embargo, para la oposición, esta votación representa una presión al ejecutivo para que reevalúe su posición frente a la crisis venezolana y asuma una postura más crítica ante las violaciones de derechos humanos en el país vecino.