En medio de un panorama económico aún marcado por los desafíos del desempleo y la informalidad, Bogotá lanza esta semana un mensaje esperanzador: hay trabajo para quienes lo buscan. La Secretaría de Desarrollo Económico anunció la apertura de 740 vacantes destinadas a personas sin experiencia laboral, con un enfoque incluyente que prioriza mujeres, jóvenes y adultos mayores.
La iniciativa, liderada por el director de Desarrollo Empresarial y Empleo, Guillermo Alarcón, busca romper barreras de entrada al mundo laboral. “Queremos que más personas, sin importar su trayectoria previa, puedan vincularse a una empresa y así contribuir a la productividad y desarrollo de Bogotá”, afirmó Alarcón. La apuesta es clara: ampliar las oportunidades de empleo formal como motor de inclusión social.
Las cifras hablan por sí solas. Esta semana, se ofertan 50 vacantes exclusivas para mujeres, 490 para jóvenes y 200 para personas mayores de 50 años, un grupo históricamente marginado por prejuicios sobre edad y capacidad productiva. En estos tiempos, donde el empleo juvenil y el retorno al mercado laboral de los mayores son retos nacionales, Bogotá asume con decisión un liderazgo local.
Los perfiles solicitados son diversos y permiten imaginar una ciudad activa en múltiples sectores. Hay convocatorias para operarios, ayudantes de obra, asesores comerciales, técnicos de mantenimiento, conductores con licencia C2 y C3, auxiliares de producción y agentes bilingües con nivel B2. Lo interesante no es solo la variedad de roles, sino el enfoque práctico: la mayoría no requiere experiencia previa.
Este último punto es esencial. En una economía en la que miles de personas —especialmente jóvenes— enfrentan el clásico dilema de no conseguir empleo por falta de experiencia, estas vacantes representan una oportunidad concreta de ingreso al mundo laboral formal. Una primera experiencia, muchas veces, significa abrir la puerta a toda una vida profesional.
Además, el enfoque territorial también tiene un componente estratégico. Las ferias de empleo que acompañan esta oferta suelen llevarse a cabo en distintas localidades, facilitando el acceso de poblaciones que, por razones geográficas o socioeconómicas, han estado tradicionalmente excluidas de los circuitos de contratación. Se trata de llevar el empleo donde más se necesita.
El respaldo institucional de la Secretaría de Desarrollo Económico fortalece la confianza del sector privado en estos procesos. Muchas empresas, al trabajar con el distrito, encuentran una vía eficiente y segura para vincular nuevo talento. Y los ciudadanos, por su parte, acceden a procesos transparentes, sin intermediarios ni costos ocultos, algo fundamental en una ciudad donde la informalidad y el engaño aún acechan a los más vulnerables.
En tiempos donde la economía exige respuestas tangibles, esta oferta laboral es más que una cifra: es una invitación a creer en el potencial de quienes, por años, han esperado una oportunidad. Bogotá, con esta movida, reafirma su compromiso con una inclusión real y productiva, donde el trabajo no es un privilegio, sino un derecho compartido.