El Metro de Medellín confirmó el inicio formal de la construcción de los apoyos que sostendrán el viaducto elevado del Metro de la 80, una obra estratégica que marcará un antes y un después en la movilidad del occidente de la ciudad. Con este hito, el megaproyecto entra en una fase decisiva que permitirá materializar uno de sus tramos más exigentes desde el punto de vista técnico.
Los primeros trabajos se concentran bajo la calle 77, en el sector conocido como el Puente del Mico, un punto neurálgico para la conectividad del norte de Medellín. Allí comenzaron a ejecutarse los dos primeros apoyos del total de 17 que conformarán la base del viaducto, previsto para extenderse unos 500 metros y permitir el paso de los trenes entre la Avenida Regional y la Carrera 65.
De acuerdo con la entidad, la intervención se adelanta con maquinaria de alta precisión, indispensable para garantizar la solidez y durabilidad de la estructura. El uso de estos equipos especializados permite avanzar en cada etapa constructiva con criterios estrictos de calidad, fundamentales para una obra de esta magnitud.
El avance más reciente corresponde a las actividades que iniciaron a finales de octubre de 2025: perforación del terreno, instalación del acero de refuerzo y vaciado del concreto en los primeros apoyos. Estas labores son el punto de partida para la secuencia progresiva que continuará hasta completar los 17 pilares del viaducto.
Según la Gerencia del Metro de Medellín, esta estructura elevada conectará la estación Caribe, en la línea E, con el sector de Córdoba. Su trazado cruzará partes críticas del corredor vial, como la autopista Norte y la avenida 65, lo que convierte su desarrollo en un reto de ingeniería y planificación urbana.
Además de su función operativa dentro del sistema de transporte masivo, el viaducto será un elemento clave para mejorar la integración entre los distintos modos de movilidad del área metropolitana. Su construcción permitirá ordenar el tránsito, optimizar los tiempos de desplazamiento y fortalecer la conectividad de barrios que históricamente han tenido limitaciones en este aspecto.
Sin embargo, por tratarse de una zona con alto flujo vehicular, cada etapa del proceso debe coordinarse cuidadosamente para evitar afectaciones mayores. Por ello, todas las maniobras se realizan bajo un Plan de Manejo de Tránsito aprobado por la Secretaría de Movilidad, diseñado para proteger a peatones, ciclistas, conductores y trabajadores.
El Metro hizo un llamado a la ciudadanía para mantenerse informada sobre los cambios viales temporales y a acatar las indicaciones de los controladores de tráfico. Con este avance, el proyecto Metro de la 80 continúa consolidándose como una de las apuestas más ambiciosas hacia una movilidad sostenible e integrada para Medellín.












