Las autoridades de gestión de riesgo en Antioquia han atendido al menos 220 emergencias en la última semana, con más de 70 mil personas damnificadas según el último censo. Esta situación ha generado preocupación en la región, ya que se prevén cambios climáticos significativos en los próximos meses.
El Área Metropolitana del Valle de Aburrá ha informado que entre junio y agosto habrá una disminución en las lluvias. No obstante, advirtió que podrían ocurrir fenómenos que alteren las condiciones climáticas actuales, manteniendo a la población en alerta.
Para el segundo semestre del año, los centros internacionales de monitoreo y pronóstico indican una probabilidad superior al 69% de que se consolide el fenómeno de La Niña, lo que podría traer consigo lluvias intensas y otros eventos meteorológicos adversos.
A pesar de estas previsiones, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGR) ha hecho un llamado de atención a las autoridades de Antioquia, señalando que la región aún no ha presentado un plan de manejo para enfrentar las situaciones derivadas de la llegada de La Niña. La falta de este plan incrementa la preocupación sobre la capacidad de respuesta ante posibles emergencias futuras.
La comunidad y las autoridades locales están a la espera de acciones concretas para mitigar los riesgos asociados con el cambio climático, especialmente ante la inminente llegada de La Niña y el historial reciente de emergencias en la región.