El Museo de Arte Moderno de Medellín (MAMM) confirmó en la tarde del miércoles 15 de octubre un rumor que ya circulaba entre los círculos culturales de la ciudad: la renuncia de su directora, María Mercedes González Cáceres, quien lideró durante más de una década un proceso de transformación y consolidación que redefinió el papel del museo en la escena artística nacional.
A través de sus redes sociales, el MAMM –en nombre de su Junta Directiva– hizo público un mensaje de despedida que, más allá del anuncio oficial, deja entrever la magnitud del legado que deja González. “Crecimos en espacios, públicos y programas; abrimos nuevas salas y escenarios para el arte y el cine; y fortalecemos los lazos entre el Museo, la ciudad y el mundo”, se lee en el comunicado.
Durante su gestión, el museo no solo amplió su infraestructura física y expositiva, sino también su impacto en la vida cultural de Medellín. Bajo su liderazgo, el MAMM se consolidó como un referente de innovación artística, promoviendo diálogos abiertos entre el arte contemporáneo y la ciudadanía, y estrechando vínculos con instituciones culturales nacionales e internacionales.
La salida de González no significa un alejamiento definitivo del MAMM. La propia institución anunció que asumirá nuevos retos en el sector público, pero continuará vinculada como integrante de su Junta Directiva. Esta permanencia busca garantizar la continuidad de su visión dentro del proceso de transición que, a partir de ahora, será liderado por los miembros del órgano directivo.
En su mensaje de despedida, González compartió un sentido agradecimiento a los artistas, colaboradores, aliados y al equipo que la acompañó durante estos trece años: “Después de trece años al frente del MAMM cierro y celebró un ciclo que transformó profundamente mi vida en un lugar que fue mi hogar”, expresó. Sus palabras evocan no sólo la nostalgia de una etapa que culmina, sino la gratitud por el camino recorrido.
Recordó con emoción las más de 100 exposiciones presentadas en ese periodo, agradeciendo a los artistas por “haber ampliado nuestra mirada”, y al equipo del museo por su compromiso: “Gracias por haber sido coequiperos respetuosos, críticos y empáticos. ¡Qué gran privilegio haberlos conocido y haber construido juntos!”.
González también tuvo palabras para las entidades públicas, fundaciones, empresas y aliados que, con su respaldo, hicieron posible el crecimiento del museo. Su mensaje subraya la importancia del trabajo colaborativo y el valor del tejido institucional que sustenta la vida cultural de Medellín.
“¡Gracias, querida Medellín! Que todo lo vivido en el MAMM me acompañe y que el arte nos reúna siempre”, concluyó. Con su salida, se cierra un capítulo fundamental en la historia reciente del museo, y se abre una nueva etapa en la que su legado marcará la hoja de ruta para el futuro.
