Atentado en Pelaya, Cesar, deja siete policías heridos: una escalada de violencia vinculada al ELN

Un ataque armado contra una patrulla del Grupo de Operaciones Especiales (GOES) de la Policía Nacional en el municipio de Pelaya, Cesar, dejó como saldo siete uniformados heridos. El atentado se registró en la madrugada de este viernes 17 de enero, cuando los policías realizaban un patrullaje de rutina en la vía que conecta el casco urbano de Pelaya con la vereda Los Pinos, en una zona estratégica para la protección de las fuentes de hidrocarburos de la región. Los responsables del ataque activaron un artefacto explosivo en el momento exacto en que la patrulla pasaba por el lugar, dejando a los uniformados con lesiones, aunque afortunadamente ninguno de ellos sufrió heridas de gravedad.

La Gobernación del Cesar, a través de un comunicado oficial, condenó el ataque y expresó solidaridad con las víctimas. La gobernadora Elvia Milena Sanjuan se comunicó con las autoridades policiales para conocer el estado de los heridos y coordinar las acciones necesarias para dar con los responsables del atentado. «El Gobierno del Cesar rechaza este ataque y está comprometido con la seguridad de nuestros uniformados. Estamos trabajando en conjunto con la Policía para esclarecer los hechos y capturar a los responsables», señaló la mandataria en su cuenta de redes sociales.

Aunque aún no se ha confirmado oficialmente a los responsables, una de las hipótesis más probables apunta a que el ataque podría estar relacionado con la reciente escalada de violencia que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha desatado en varias regiones del país. Desde el jueves 16 de enero, el ELN ha intensificado sus ataques contra la Fuerza Pública y otras estructuras del Estado, en un contexto de creciente tensión debido a la ruptura de los diálogos de paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla. Este tipo de acciones no solo pone en riesgo la vida de los miembros de la Policía, sino que también genera un ambiente de incertidumbre y temor en las comunidades afectadas.

El atentado en Pelaya se enmarca dentro de una serie de ataques que el ELN ha llevado a cabo en diversas partes del país, incluido un reciente ataque con explosivos en el departamento de Norte de Santander, que también dejó a varios policías heridos. La violencia de estos grupos armados ilegales ha tenido un impacto negativo en la seguridad en varias regiones, especialmente en zonas rurales, donde la presencia del Estado es limitada y los grupos ilegales aprovechan para sembrar el caos. Además, en las últimas semanas se ha reportado un aumento de asesinatos de excombatientes de las FARC, lo que refleja una compleja dinámica de violencia entre diferentes actores armados en el país.

El gobierno colombiano, por su parte, ha reafirmado su compromiso con la seguridad y la estabilidad del país, pero los recientes atentados han puesto de manifiesto las dificultades para contener la violencia de grupos armados ilegales como el ELN. A pesar de los esfuerzos por establecer diálogos de paz, la persistencia de ataques como el ocurrido en Pelaya deja claro que la violencia sigue siendo un obstáculo para alcanzar una paz duradera en Colombia. Las autoridades continúan con las investigaciones para dar con los responsables del atentado y evitar que situaciones como esta se repitan en el futuro, mientras las comunidades del Cesar y otras zonas del país siguen esperando respuestas a la creciente inseguridad que afecta a sus territorios.

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