El presidente de la República, Gustavo Petro Urrego, ha marcado el 1 de mayo, Día Internacional del Trabajo, como una fecha crucial en sus planes políticos. Todas las acciones del gobierno están siendo orientadas hacia la realización de un contundente golpe popular en su apoyo.
Se ha convocado a diferentes reuniones en el departamento de Boyacá, donde se discutirán las estrategias indispensables para alcanzar este objetivo. Petro, respaldado por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), se prepara para participar activamente en la marcha y dirigirse a la multitud desde la tarima de la Plaza de Bolívar, defendiendo las reformas propuestas y destacando la necesidad de su aprobación por el Congreso de la República.
Aunque el dirigente Percy Oyola, quien aspira a presidir la Confederación General del Trabajo (CGT), pero carece de legitimidad en la entidad, emitió un comunicado de respaldo a Petro, Jorge Iván Díez, vicepresidente de la CGT, ha expresado el rechazo de la organización a que el presidente se apropie de la fiesta de los trabajadores para sus propios fines políticos.
Fecode y varias organizaciones culturales se enfrentarán a una prueba de fuego en esta ocasión, mientras que se están llevando a cabo operativos para movilizar a indígenas desde diversas regiones del país. Se espera que lleguen a Bogotá con anticipación para participar en actividades preparatorias para la marcha.
